¡Sólo puede quedar uno! ¡Cuá!
Inocentes patitos chapotean en fila india, pero… ¡ningún pato está a salvo en esta charca!
En cada turno, simplemente, tienes que jugar una de tus tres cartas y, de este modo, podrás apuntar, disparar, cambiar la posición de los patos o incluso esconder a uno de los tuyos detrás del vecino…
El objetivo del juego es mantener a tus patos a flote y hacer que los demás caigan en el campo de tiro, porque ¡el último supeviviente será el ganador!
Atención a los ataques y alianzas entre jugadores, aunque pierdas todos tus patos podrás seguir jugando y la venganza es un plato que se sirve frío.
Sencillo y delirante, pero ¡cuidado, no acabes hecho paté de pato!